CREATIVIDAD: EL ELEMENTO.

Algunos/as de vosotros/as me habéis estado preguntando últimamente sobre el desánimo que percibís en vuestros hijos/as frente al desafío que les supone los estudios. Os propongo una lectura sobre la creatividad y sobre cómo ayudar a las personas a buscar, dentro de ellos/as mismos/as, aquel elemento que les hace únicos. Empezaremos con el pasaje que da entrada a la lectura del libro, y que no me canso de leerlo desde el primer día. Dice los siguiente:

"Hace unos años oí una historia maravillosa que me gusta mucho explicar. Una maestra de primaria estaba dando una clase de dibujo a un grupo de niños de seis años de edad. Al fondo del aula se sentaba una niña que no solía prestar demasiada atención; pero en la clase de dibujo sí lo hacía. Durante más de veinte minutos la niña permaneció sentada ante una hoja de papel, completamente absorta en lo que estaba haciendo. A la maestra aquello le pareció fascinante. Al final le preguntó qué estaba dibujando. Sin levantar la vista, la niña contestó: <<Estoy dibujando a Dios>>. Sorprendida, la maestra dijo: <<Pero nadie sabe qué aspecto tiene Dios>>.

La niña resondió: <<Lo sabrán enseguida>>."

¡Qué maravilla, la mente de un niño/a pequeño/a!, en su imaginación cabe todo, es posible la posibilidad de lo imposible. ¿Qué falla, qué ocurre en sus mentes que lo bloquean y los adultos no somos capaces de dejar fluir todo ese potencial? Es injusto, una tragedia, que una niña como la del ejemplo no tenga la posibilidad de llevar a lo máximo posible su desarrollo humano natural (le imponemos, en muchas ocasiones, nuestros anhelos, etc.)

El Elemento, como habéis podido intuir, en el  ejemplo de la niña dibujando, es aquel lugar donde podemos fluir, donde nuestro focus de atención está conectado (se podría llamar también, sin lugar a dudas, mindfulness).

Le debemos a nuestros/as pequeños/as la oportunidad de desarrollar todo ese potencial. Esto se puede conseguir si combinamos, en dosis adecuadas, momentos de mucho compromiso en el apoyo incondicional de aquellas cosas que le agradan -por muy disparatadas o improductivas que nos puedan parecer-, y hacerles ver que las que le son menos gratas le ayudan a completarse como personas plenas. 

El libro está repleto de anécdotas de personas que cosecharon mucho éxito en terrenos muy dispares, pero que en sus vidas ocurrieron circunstancias comunes; una predilección por ensimismarse en alguna actividad en concreto y aparentemente improductiva, en las que el tiempo parecía correr de una forma diferente, rechazo por parte de gran número de adultos que velaban por su formación y desarrollo y la suerte de que alguno de estos adultos les apoyaran para que consiguieran completar, en libertad y con satisfacción, aquello que les hacía personas verdaderamente plenas; su elemento. 

Uno de los ejemplos que te emociona, es el de Gillian Lynne (co-creeadora, junto con Andrew Lloyd Webber de producciones musicales como Cats y El fantasma de la ópera, entre otras). Os trasncribo parte de la historia de esta niña con TDAH:

"Gillian solo tenía ocho años, pero su futuro ya estaba en peligro. Sus tareas escolares eran un desastre, al menos según sus profesores. Entregaba los deberes tarde, su califrafía era horrible y aprobaba a duras penas. No solo eso, además causaba grandes molestias al resto de los alumnos: se movía nerviosa haciendo ruido, miraba por la ventana -lo que obligaba al profesor a interrumpir la clase para que Gillian volviera a prestar atención-, o tenía comportamientos que molestaban a sus compañeros."

Los padres recibieron una notificación del colegio donde recomendaban que la pequeña fuera internada en un colegio para niños necesitados de atención especial. Pero los padres creyeron que lo mejor que podían hacer por su hija, era preguntar a un psicólogo.

"[...] la hicieron pasar a una amplia habitación con estanterías de madera de roble llenas de libros encuadernados en piel. De pie, junto a un gran escritorio, se encontraba un hombre imponente que llevaba una chaqueta de tweed. Llevó a Gillian hasta el otro extremo de la habitación y le pidió que se sentara en un enorme sofá de piel. Los pies de Gillian apenas tocaban el suelo; estaba tensa. Nerviosa por la impresión que pudiera causar, se sentó sobre las manos para dejar de moverlas."

"El psicólogo regresó a su escritorio y durante los siguientes veinte minutos le preguntó a la madre de Gillian acerca de los contratiempos en el colegio y los problemas que decían que estaba causando. Aunque no dirigió ninguna de estas preguntas a Gillian, no dejó de observarla con atención en todo momento. Esto hizo que Gillian se sintiera incómoda y confusa. Incluso a tan tierna edad supo que ese hombre desempeñaría un papel importante en su vida. Sabía lo que significaba ir a una <<escuela especial>> y no quería saber nada de ellas. Creía sinceramente que no tenía ningún problema, pero al parecer todo el mundo opinaba lo contrario. Y viendo cómo su madre contestaba a las preguntas, era posible que incluso ella lo creyera."

Imaginaros estar en la situación de esta pequeña, y sentir que nadie comprende que lo que para los demás es un comportamiento extraño y disfuncional, en realidad para ella es lo que le hace ser auténticamente ella.

Pero continuo, el final de la historia es magnífico.

"Finalmente, la madre de Gillian y el psicólogo dejaron de hablar. El hombre se levantó del escritorio, caminó hacía el sofá y se sentó al lado de la pequeña. 

-Gillian, has tenido mucha paciencia y te doy las gracias por ello-dijo-, pero me temo que tendrás que seguir teniendo paciencia durante un ratito más. Ahora necesito hablar con tu madre en privado. Vamos a salir fuera unos minutos. No te preocupes, no tardaremos."

"Gillian asintió, intranquila, y los dos adultos la dejaron allí sentada, sola. Pero antes de marcharse de la habitación, el psicólogo se reclinó sobre el escritorio y encendió la radio.

En cuanto salieron y llegaron al pasillo, el doctor le dijo a la madre de Gillian:

-Quédese aquí un momento y observe lo que hace. 

Se quedaron de pie al lado de una ventana de la habitación que daba al pasillo, desde donde Gillian no podía verles. Casi de inmediato, Gillian se levantó y comenzó a moverse por toda la estancia siguiendo el ritmo de la música. Los dos adultos la observaron en silencio durante unos minutos, deslumbrados por la gracia de la niña. Cualquiera se habría dado cuenta de que había algo natural -incluso primigenio- en los movimientos de Gillian. Y cualquiera se habría percatado de la expresión de absoluto placer en su cara."

"Por fin, el psicólogo se volvió hacia la madre de Gillian y dijo: 

-Señora Lynne, Gillian no esta enferma. Es bailarina. Llévela a una escuela de danza.

Le pregunté a Gillian qué pasó a continuación. Me explicó que su madre hizo lo que le habían recomendado. <<Me resulta imposible expresar lo maravilloso que fue -me contó-. Entré en esa habitación llena de gente como yo. Personas que no podían permanecer sentadas sin moverse. Personas que tenían que moverse para poder pensar."

El resto de la historia de Gillian la podéis seguir en su propia biografía, ya que es una de las personas más relevantes en el mundo de las producciones musicales, el baile y la coreografía profesional.

Muchos son los famosos mencionados por Ken Robinson en este esclarecedor libro; Matt Groening (Los Simpsons) O Paul Samuelson (Premio Nobel de Economía), por citar algunos muy relevantes y con los que comienzan las historias de personas predestinadas al fracaso, por la percepción limitada de aquellos/as que lo juzgaban de forma lastimosa y desacertada. Sin observar en ellos aquello que verdaderamente les hacía seres únicos, imprescindibles. 

Si tenéis cerca de vosotros a una niña o niño. Un joven o una joven. Incluso un adulto con el que compartís algo de tiempo en común. Prestar atención a aquello que le hace disfrutar, que le hace ser mejor. Si está en vuestra mano, intentar ser ese aliado o guía que ayude a esta persona a ser feliz. Una persona que siente ese apoyo de personas cercanas, que siente que su bienestar es la prioridad de las personas que le rodean, es una persona que contagia bienestar en todo lo que hace. 

Reconocer, estimar y facilitar. En un camino que no tiene porqué ser lineal. Todo lo contrario, nuestras vidas, si están conectadas con la esencia de la naturaleza, tiene que adaptarse a la dinámica y el cambio que le son propios. En muchas ocasiones, cíclico. Cómo pretendemos que los caminos sean rectos y continuos. Cuando vivimos en un mundo curvo, y lleno de veredas extraordinarias que descubrir. 

"Haz zig cuando todo el mundo haga zag"

Tapiz, El Gran Circo. Chagall.

Si tuviera los bordados tapices del cielo,

tramados con luz dorada y plateada, 

el azul y lo tenue y los oscuros tapices

de noche, luz y penumbra,

extendería los tapices bajo tus pies.

Pero yo, que soy pobre, solo tengo mis sueños;

he extendido mis sueños bajo tus pies;

camina con cuidado porque caminas sobre mis sueños.

W. B. Yeats Tapices del cielo (Cloths of heaven, Irlanda 1865-1939) 

Por supuesto que todo el mundo no tiene la oportunidad de llegar a convertir, lo que le apasiona  y le hace fluir, en su profesión. El éxito es algo maravilloso, pero no sabemos lo que es. En alguna ocasión hablaremos sobre como repensar el éxito. Nuestro trabajo, no tiene porqué coincidir con nuestra ocupación. Podemos trabajar en algo, porque circunstancialmente es lo que nos permite conseguir el sustento económico. Pero ocuparnos en tareas que nos permiten conseguir el sustento anímico y emocional.

Triunfar en la vida es ser mejor persona. Es liberarte de la pesadez de andar demostrando a los demás, alguien que no eres realmente. Y que todos los que te rodeen, disfruten de lo maravillosa persona que eres. 

Un saludo.



Vídeo entrevista Ken Robinson:

 http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-sistema-educativo-anacronico/1044110/


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