Un grupo de control, en investigación científica, es aquel grupo al que NO se aplica el tratamiento. Mientras que, a la vez, al grupo experimental SÍ se le aplica un tratamiento o terapia en concreto. Gracias al grupo de control los/as investigadores/as pueden comprobar que, efectivamente, los cambios que se produzcan en los/as individuos/as sean consecuencia de la aplicación del tratamiento.
Utilicemos la imaginació y pensemos que nos ha acompañado un clon nuestro durante toda la vida. Alguien igual a nosotros/as que ha experimentado las mismas vivencias y aprendizajes. Pero resulta que este clon nuestro no ha hecho un esfuerzo por mejorar aquellos aspectos de su personalidad y su conducta que no son tan positivos para él o ella.
Ésta sería una oportunidad perfecta para valorarnos como personas. Para dar el verdadero mérito a aquellos esfuerzos que ponemos en marcha en nuestra vida para ser mejores personas, pero que no son recibidos con un reconocimiento por parte de los demás. O lo que es peor; por parte de nosotros/as mismos/as, a veces, tampoco lo valoramos lo suficiente.
Que alguien te diga; "sé que no lo has hecho como todos/as esperábamos, pero viéndolo desde tu perspectiva y valorando el esfuerzo que has hecho, tengo que decirte que estoy contento/a por tu esfuerzo", sería un alivio para nosotros/as. Ya que se está valorando el esfuerzo por mejorar, y no la expectativa puesta en el resultado de nuestra conducta. Pero, claro, esto lo hace alguien que nos conoce bien y que sigue nuestros pasos en la vida con cariño.
Conclusión; no debemos ser injustos con nosotros/as mismos/as. Cada vez que hacemos un esfuerzo por mejorar aspectos de nuestra personalidad o nuestra conducta, pensemos qué hubiera conseguido mejorar ese clon nuestro. Desde esa perspectiva, nos daremos el valor exacto y justo de nuestro esfuerzo.
Un saludo
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